Jun 18, 2014

Maléfica

A veces el nombre de pila con que se nos da a conocer a tal o cual personaje define al mismo por las propiedades de adjetivo-sustantivo que este posee. Simplemente damos por buena la condición de unos u otros teniendo en cuenta como referencia ese apodo, nombre, seudónimo, o dígase del nominativo a la vez definitorio del individuo en cuestión, que se supone va a darnos una idea bastante aproximada del papel que vaya a desempeñar tal personaje en la historia donde deba desarrollarse.

Pero también puede suceder que este mismo nominativo sea todo lo contrario de lo que expresa su significado, ya sea por irónicos caprichos del responsable de aplicar tan singular agua bautismal, o bien (como este es el caso), porque el cuento originario cambia de registros, poniendo patas arriba los roles que en principio pertenecían a unos, y que ahora por arte de la pluma del guionista de turno, pasan a ser dominio del otro.

La factoría Disney pone en manos de Robert Stromberg, director de la cinta y responsable directo de portentos visuales con sello de la casa FX, tales como Los juegos del hambre, La vida de Pi o La brújula dorada, entre otros, esta versión o mejor dicho, remodelación profunda del cuento de Charles Perrault, que disiente considerablemente con el clásico que la misma casa llevara a la gran pantalla en 1959. El cuento no es como nos lo habían contado, y eso en este caso, vistas las innumerables calcomanías de grandes clásicos con las que las grandes productoras tienen a bien deleitarnos a falta de elixires más suculentos, es de agradecer no sólo el cambio de dirección decidido por los responsables, sino el acierto en esa modernización a nivel de actitudes que se nos muestra en Maléfica. Dejar de lado los estrictos terrenos acotados referentes al personaje malo malísimo y al merecedor del cielo desde la primera toma, y dejar fluir las diferentes emociones que perfectamente pueden solaparse unas con otras, dejando claramente a la vista la dualidad del ser humano con respecto a bondades y tropelías.
A los más que plausibles y embaucadores efectos digitales en los que se basa la cinta, se añade un ingrediente básico para que este cóctel de fastuosos y convincentes elementos visuales, sea del todo apetecible. Y es que Angelina Jolie (Maléfica), es el referente obvio con que nos topamos a la hora de comprobar que nadie le hace sombra en esto de competir por los favores del respetable. Un hada de facciones imposibles que acaba hechizando tanto dentro como fuera de la pantalla. Ni siquiera la joven Elle Fanning (Aurora), ni el belicoso Sharlto Copley (Rey Stefan) hacen mella en la incontestable puesta en escena de un hada que no es tan odiosa como creíamos. 

Carlos Pérez


                                                     Maleficent


Sometimes the name with which a certain character is made public defines him by properties of adjective-noun that this character has. Just approve the condition of one or the other keeping in mind as a reference that nickname, name, pseudonym, or said of the nominee also defining the individual in question, which is going to give us a fairly rough idea of the role this character is going to play in the story where it should develop.

But it can also happen, that this same nominative is quite the opposite of what expresses its meaning, either by ironic whims of the responsible person for giving such a unique baptismal water, or (as this is the case), because the original story changes its code, messing up the roles that at the beginning belonged to some characters, and that now (as if by the quill of the scriptwriter) suddenly belong to some others,

The Walt Disney Company gives to Robert Stromberg, director of the film and directly responsible for visual prodigies with the signature of the FX House, such as, “The Hunger Games”, ”Life of Pi", or "The Golden Compass" among others, this version or rather, deep reshuffle of the tale by Charles Perrault, which significantly disagrees with the classic that same house brought to the big screen in 1959. The tale is not as they had told us, and in this case, seen the countless copies of the great clasics with which the largest producers kindly delight us in the absence of more succulent elixirs, in this case is welcomed not only the change of direction decided by policy-makers, but also the success in the modernization at the level of attitudes that we are shown in "Maleficent". This way we set aside the strict dimensional grounds concerning the bad guy and the heaven worthy one from the first shot, and let flow the different emotions that can perfectly overlap each other, clearly exposing the duality of the human being with regard to benefits and outrages.

To the more than plausible and trickster digital effects on the film, we have to add a basic ingredient to make this cocktail of magnificent and convincing visual elements entirely tempting. And Angelina Jolie (Maleficent) is the obvious reference with which we run into when it comes to check that no one overshadows her in competing for the favors of the audience. A fairy of impossible features, that enchants you inside and outside of the screen. Not even the young Elle Fanning (Aurora), nor the bellicose Sharlto Copley (King Stefan) feel the pinch in the irrefutable staging of a fairy that is not so odious as we thought.
 
Carlos Pérez
Review: Pilar Colomo

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