Jan 27, 2014

Agosto

De la balsa de aceite tan delicada y frágil en la que cada día basamos nuestra experiencia vital, convenciéndonos erróneamente de lo inexpugnable de nuestra posición ante posibles tsunamis sentimentales, que darán al traste con un castillo de arena que ya desde un principio se desmoronaba sin que el propio dueño se percatase de tan grave ruina; trata esta adaptación cinematográfica de la pieza teatral del premio Pulitzer 2008, Tracy Letts.Agosto”, es una alegoría del esperpento que resulta de dar rienda suelta a esos demonios que el más impoluto de los mortales arrastra a lo largo de su vida y que con el detonante adecuado y sin previo aviso, estalla provocando a su vez una reacción en cadena, digna de la guerra más encarnizada.
Sin perder ese carácter sobrio tan propio del escenario teatral, y a la vez impregnándose  de las virtudes que esto le proporciona, el film se posa acertadamente en esa línea divisoria  que se da entre cine y teatro, aportándonos los favores siempre agradecidos de ambas disciplinas. 

El creador de la serie “Urgencias”, Jhon Wells, es el encargado  a su vez de dirigir un nutrido elenco, (hasta doce actores), que en las casi dos horas de metraje de la cinta, convencen a un espectador inmerso en este caos familiar, sin la necesidad casi imperiosa en estos tiempos, de  introducir elementos sangrientos o de similar poder de abducción que asegure que la butaca no acabe convertida en  un improvisado lecho.
Papeles inconmensurables sólo pueden ser interpretados por actores de la misma talla, y  Violet Weston es de esos personajes a los que hay que mimar especialmente. Hay que proporcionarles, como a un niño superdotado todo lo necesario para que su desarrollo sea pleno. Son los que provocan esa catarsis que hacen de un film bueno, uno mucho mejor. Y aquí entra Meryl Streep, nadie como ella podía dar vida a una señora Weston,  histriónica, amargada, estridente, destrozada por las drogas, por el cáncer  y sobre todo por las desavenencias de una familia con la que hace tiempo quería ajustar cuentas.

El resto del reparto, excepcional, donde se percibe ese talento perfeccionado por los años en veteranos de la gran pantalla como Julia Roberts, Ewan Mcgregor, Chris Cooper, Juliette Lewis, Margo Martindale o Benedict  Cumberbacht.

Destacar escenas como la reunión familiar en la mesa, donde se degusta según una adolescente Jean Fordham ( Abigail Breslin), el miedo en forma de carne, un miedo a la soledad, al fracaso, a enfrentar fantasmas del pasado, y que cada uno intenta disimular con esa risa tonta tan ridícula como delatora.

Gran historia, cruda y visceral, en la que el arte de la interpretación luce sus mejores galas.

Carlos Pérez

                                            August: Osage County

The delicate and fragile calm sea on which we base our daily life experience, by convincing us erroneously of how unassailable our status is in case of sentimental tsunamis; tsunamis that will sweep away a sand castle that was collapsing from the beginning without the owner realizing. That is what this film adaptation of the play of the 2008 Pulitzer Prize by Tracy Letts is about. "August: Osage County", is a look at the lives of the strong-willed women of the Weston family, whose paths have diverged until a family crisis brings them back to the Oklahoma house they grew up in, and to the dysfunctional woman who raised them. Without losing that so sober character of the theatrical stage and at the same time soaking up the virtues of a play, the film is right between cinema and theatre, providing us with the advantages of both disciplines.
The creator of the series "Emergency", John Wells, is the responsible for direct a large cast (up to twelve actors) that in the nearly two hours of footage, impress  spectators with this family chaos, without the almost urgent need in these times of introducing bloody scenes that ensure that the armchair will not become a makeshift bed.
Great roles can only be played by great actors, and Violet Weston is one of those characters who must be especially pampered. They should be provided, as a gifted child, with everything needed to make their development complete. They cause that catharsis that turns a good film into a great. And here enters Meryl Sreep. Nobody but her could bring to Mrs. Weston to life: a woman , shattered by drugs, cancer and the rifts of a family that needed to settle the score, and with a histrionic, bitter character.
The rest of the cast, outstanding, lets us perceive that talent, honed by years in the big screen, of established actors such as Julia Roberts, Ewan Mcgregor, Chris Cooper, Juliette Lewis, Margo Martindale or Benedict Cumberbacht.
The scene of the family gathering around the table should be noted. Here, according to a teenage Jean Fordham (Abigail Breslin), they are eating fear in the form of meat: fear of loneliness, failure, fear of facing the ghosts of the past; a fear that everyone tries to disguise with a ridiculous and incriminating silly laugh.
A hard and great story in which actors can make an impression. 

Carlos Pérez

Translation review: Elvira Salinas.

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